¿En depresión? Come más frutas y verduras

333
¿En depresión? Come más frutas y verduras

Las conclusiones de un estudio canadiense destacan que, en personas mayores y de mediana edad, la depresión y la nutrición están vinculadas. También subraya que las mujeres inmigrantes están más deprimidas que las nacidas en Canadá.

En los últimos años ha crecido la tendencia a llevar a cabo estudios cuyo objetivo es conocer cómo influye la dieta en determinadas enfermedades. Entre las más estudiadas se encuentran aquellas que están relacionadas con la salud mental, como es el caso de la depresión.

La depresión afecta a una de cada 5 mujeres y a uno de cada 10 hombres.

Descubrimos que la ingesta más baja de frutas y verduras se relaciona con la depresión tanto en hombres como en mujeres, inmigrantes y aquellos nacidos en Canadá. Eso explicó la doctora Karen Davison, presidenta del Programa de Ciencias de la Salud en la Universidad Politécnica de Kwantlen, quien dirigió este estudio publicado en BMC Psychiatry.

Una de las conclusiones del trabajo realizado por especialistas de varias universidades canadienses afirma que la nutrición está íntimamente ligada a la depresión.

El estudio también encontró que la probabilidad de depresión es mayor entre las mujeres de mediana edad y mayores que son inmigrantes en Canadá, en comparación con las mujeres que son nacidas en el país.

El consumo de fruta y verdura fue un escudo protector contra la depresión durante la investigación. “Los componentes antiinflamatorios y antioxidantes en frutas y verduras pueden explicar esta relación”, aclara la doctora.

Varios minerales y vitaminas (entre ellos magnesio, zinc y selenio), presentes en frutas y verduras, pueden reducir las concentraciones plasmáticas de la proteína C reactiva, un marcador de inflamación de bajo grado asociada con la depresión.

Depresión y dolor crónico

Los investigadores querían saber si las grasas poliinsaturadas omega-3 están inversamente asociadas con la depresión entre los hombres.

Yu Lung, estudiante de doctorado en la Universidad de Toronto y miembro del equipo de investigadores reconoce que es necesaria más investigación, “pero es posible que el aumento de la concentración de ácidos grasos omega-3 en la dieta pueda influir en la fluidez de la membrana celular del sistema nervioso central y en la composición de fosfolípidos. Esto puede alterar la estructura y función de las proteínas y afectan la neurotransmisión de serotonina y dopamina“.

En este estudio, además, la depresión se asoció con dolor crónico y, al menos, una condición de salud crónica tanto para hombres como para mujeres. “Este hallazgo subraya la importancia de que los profesionales de la salud sean conscientes de la conexión mente-cuerpo, con la esperanza de que el alivio del dolor crónico pueda facilitar una mejor salud mental”, comenta el doctor Hongmei Tong, profesor de la Universidad MacEwan, en Edmonton.

Mujeres inmigrantes más deprimidas

Los vínculos entre el estatus de inmigrante y la depresión pueden atribuirse a muchos factores. “Entre las mujeres, pero no los hombres, la condición de inmigrante se asoció con la depresión“, apunta la profesora Esme Fuller-Thomson, de la Universidad de Toronto y autora principal del estudio.

En su opinión, “las mujeres inmigrantes mayores en este estudio pueden haber reportado depresión como resultado del estrés sustancial asociado con establecerse en un nuevo país, como tener ingresos insuficientes, superar las barreras del idioma, enfrentar la discriminación, adaptarse a una cultura diferente, reducir las redes de apoyo social, y que sus experiencias educativas y laborales no sean reconocidas”.

Por su parte, Karen Kobayashi, profesora de la Universidad de Victoria, comenta que “fue sorprendente que los hombres inmigrantes, que se enfrentan a muchos de estos mismos problemas de asentamiento, no tuvieran niveles más altos de depresión que los varones nacidos en Canadá”.

Fomento de consumo de frutas y verduras contra la depresión

El trabajo se basó en el análisis de los datos del Estudio Longitudinal Canadiense Sobre el Envejecimiento e incluyó una muestra de 27.162 hombres y mujeres de 45 a 85 años, de los que 4.739 eran inmigrantes.

“Los hallazgos del estudio pueden ayudar a definir programas y políticas para ayudar a los inmigrantes a realizar una transición positiva hacia la cultura canadiense”, agrega el doctor. Davison. “Además, esta investigación ayuda a resaltar la necesidad de considerar la programación y las políticas relacionadas con la nutrición relevantes para todos los canadienses”.

Por Emiliano Ulloa. Nutriólogo clínico y homeópata

The Dominium Group