Salud Bienestar Las formas en cómo la sal te enferma

Las formas en cómo la sal te enferma

280
Estas son las formas en cómo la sal te enferma

Consumir demasiada sal es perjudicial, especialmente para el corazón, los riñones e incluso el cerebro. Pero, ¿cómo puedes saber si la sal te está enfermando? Busca las señales de advertencia que se describen a continuación.

Consumir sodio en exceso no deja nada bueno; pero si además padeces hipertensión, la sal —cuya base es este metal— puede ser muy peligrosa. La hipertensión es la principal causante de problemas cardiovasculares como infartos, eventos vasculares cerebrales y arteriopatía coronaria.

Lo “saludable” a veces es igual de peligroso

En ocasiones, hasta lo aparentemente nutritivo es muy salado. Media taza de tomates enlatados contiene hasta 400 miligramos de sodio; una taza de cereal de salvado, 240 miligramos, y 85 gramos de salmón ahumado, 660 miligramos o más.

La sal aumenta el riesgo de cálculos renales

Si bien las razones no son muy claras, el sodio tiende a pegarse al calcio antes de ser expulsado del cuerpo a través de la orina. En exceso, eso puede contribuir a la formación de cristales que se transforman en cálculos renales. Un experimento halló que, al restringir su ingesta, tanto mujeres como hombres propensos a formar cálculos tuvieron descensos en los niveles de calcio urinario.

La sal altera el sueño

Si te despiertas varias veces con rumbo al baño, la sal podría ser la culpable. Durante un estudio europeo hecho en 2017, hombres que rebasaban los 60 años lograron disminuir estos viajes nocturnos de 2.3 a 1.4, en promedio, al recortar 25% el consumo del ingrediente.

Riesgo de padecer insuficiencia cardiaca

Las personas que poseen los niveles más elevados de sal en la orina presentan el doble de probabilidades de sufrir insuficiencia cardiaca, que aquellas personas con las concentraciones de sodio más bajas; el no ser hipertenso fue irrelevante para poder evitar dicho aumento.

Los alimentos procesados contienen mucha sal

El 77% del sodio que consumimos ingresa a nuestro sistema a través de comestibles procesados y la comida rápida. He aquí algunos de los peores contrabandistas: aderezo, pizza, salami, pan en establecimientos comerciales.

También hay sal oculta en la carne

Inyectar agua salobre a la carne, ya sea fresca o congelada, es una práctica común utilizada con objeto de aumentar su volumen y las ganancias producto de la venta de estos comestibles. Si la compras en el supermercado, revisa la etiqueta nutricional; sino, intenta conseguirla directo de los ganaderos o tan fresca como puedas.

Su consumo moderado salva vidas

Si cada persona redujera la cantidad de sodio que ingiere al día para apegarse a los parámetros recomendados por los especialistas, tanto la mortalidad como la prevalencia de enfermedades cardiovasculares descenderían.

No hay gran diferencia entre la sal de mesa y la de mar o en cristales

Estos lujosos productos conservan cantidades mínimas de algunos minerales, como hierro y potasio, que se pierden al producir la sal de mesa. No obstante, de acuerdo con la asociación Dietitians of Canada, el valor nutricional de dichas presentaciones es tan insignificante que recurrir a tan costosa opción para sustir por la sal fin regular de mesa. no fortalecerá tu salud en ningún modo. Todas estas mercancías contienen la misma cantidad de sodio por peso.

Es más perjudicial para los mayores de 50 años o los que padecen sobrepeso o diabetes

Al ir envejeciendo, aumenta nuestra sensibilidad a la sal, y el organismo deja de eliminarla con suficiente eficacia. Después de ingerir alimentos ricos en sodio, la presión arterial también se dispara entre aquellas personas que padecen sobrepeso y diabetes, aunque los científicos no se sabe por qué.

Tal vez seas adicto a este ingrediente

Cuando consumimos sal en exceso, los alimentos sin ella nos parecen insípidos. Pero en seis semanas las papilas gustativas logran adaptarse a la comida no muy salada, así que modérate y pronto dejarás de extrañarla.

“Bajo en sodio” no significa saludable

Si el producto original contiene demasiado sodio, la presentación con 25% menos de dicho ingrediente seguirá siendo perjudicial. ¿Quieres comprobar si en verdad es inocuo? Revisa la información nutricional. No consumas nada que contenga 15% o más de la ingesta diaria recomendada por porción. Aunque cada país tiene sus normas, puedes buscar productos con la leyenda “Bajo en sodio”. Estos suelen contener 140 miligramos o menos por porción.

Por Lisa Drayer. Nutricionista y periodista de salud