Si le preguntáramos a alguien de la calle cuáles cree que son las habilidades para la vida más importantes seguramente nos diría muchas, pero todas ellas tendrían relación directa con tres aspectos principales. Sigue leyendo para saber cuáles son.
De entre todas las habilidades para la vida que podríamos mencionar la más importante es la propuesta en 1999 por la OMS, organización que concreta en 10 las Habilidades para la Vida o HpV más importantes, definiéndolas como aquellas aptitudes necesarias para poder comportarse de forma adecuada y positiva, permitiéndonos enfrentar las exigencias y retos de la vida.
Las principales habilidades para la vida
1.- Autoconocimiento: Es el conocimiento en uno mismo, es decir, reconocer cómo somos en términos de carácter, personalidad, fortalezas, debilidades, gustos y aspectos que no nos gustan tanto. Tener desarrollada esta habilidad nos permite reconocer con facilidad cuales son los aspectos que debemos mejorar, permitiéndonos progresar como personas.
2.- Empatía: Esta habilidad es fundamental para poder comprender cómo son las demás personas, aceptar tal como son incluso si son muy diferentes a nosotros y, así, establecer interacciones sociales basadas en el respeto mutuo y la comprensión.
3.- Comunicación asertiva: Es la capacidad de expresarse de forma apropiada, socialmente adecuada, pero sin esconder aquello que realmente pensamos y queremos decir. Tener bien desarrollada esta habilidad nos posibilita alcanzar nuestros objetivos personales de una forma que es socialmente aceptable y no daña a los demás. Es muy importante cuidar la forma en cómo decimos las cosas, sin molestar a nuestro interlocutor, pero expresándonos de forma clara y concisa.
4.- Relaciones interpersonales: Es una capacidad necesaria para empezar y mantener buenas relaciones con los demás, ya sea con una amistad, un familiar o con la pareja. Es una habilidad clave para desarrollar un buen bienestar social y mental, no únicamente ayudándonos a tener buenas relaciones sociales sino que también facilitándonos cuando cortar con aquellas que sean tóxicas y no nos aporten nada. Saber tener relaciones interpersonales no es únicamente tener buenas amistades, sino también cortar con aquellas personas que pongan en peligro nuestra salud mental.
5.- Toma de decisiones: esta habilidad implica saber escoger, comportarse de una forma proactiva, con iniciativa, decidida y ser capaces de anticiparnos a problemas o necesidades. Implica ser consecuente con aquellas decisiones que tomamos, evaluando previamente lo que estamos decidiendo y saber cuál es el mejor camino a tomar.
6.- Manejo de problemas y conflictos: Muy relacionado con el punto anterior, el manejo de problemas y conflictos se puede entender como la capacidad de resolver situaciones problemáticas de forma asertiva, pacífica y funcional. El manejo de problemas y conflictos nos permite evitar que las situaciones se hagan crónicas y se cristalicen en forma de daños a nivel físico, mental, emocional y psicosocial. Entre las habilidades dentro de esta habilidad estarían la capacidad de reflexionar, analizar, cambiar y mejorar cualquier situación, aprendiendo de ello y creciendo personalmente.
7.- Pensamiento creativo: Implica plantearse y tomar decisiones que se salen de lo normativo, considerando que una nueva alternativa podría dar mejores resultados que lo que ya se ha intentado previamente para un mismo problema. El pensamiento creativo implica imaginar posibles escenarios antes de aplicar una nueva forma de resolver un problema, tratando de comprender si realmente vale la pena probarlo y, en caso de que haya fallado, intentar reciclar esa misma idea pero tomando una nueva perspectiva.
8.- Pensamiento crítico: Permite analizar objetivamente la información y experiencias que ocurren en nuestra vida. Muchas veces la información que recibimos de nuestros familiares, amigos, la escuela y, sobre todo, los medios de comunicación está sesgada o ha sido tergiversada, evitando que tengas una opinión concreta.
9.- Manejo de las emociones y sentimientos: Permite aprender a sentir, expresarse emocionalmente y gestionar nuestros sentimientos, comprendiendo qué es lo que estamos sintiendo y cómo hacerle frente, evitando que pueda perjudicar a nuestro día a día o dañar nuestras relaciones sociales.
10.- Manejo de las tensiones y el estrés: Esta habilidad está directamente relacionada con la anterior, que implica saber reconocer cuándo estamos estresados, aplicar técnicas de relajación y eliminación de este estrés o bien canalizarlo para convertirlo en algo constructivo. También implica reconocer cuáles son las fuentes de ese estrés, qué efectos tiene sobre nuestras vidas y cómo su aparición puede perjudicar a nuestras relaciones sociales y productividad laboral y académica. Dado que el estrés es considerado ya una epidemia tener bien desarrollado el manejo de las tensiones y el estrés es considerada una habilidad extremadamente adaptativa para la sociedad del siglo XXI.
Por Nahum Rubio. Psicóloga clínica