Pasar tiempo al aire libre es una gran manera de estar físicamente activo, reducir el estrés y obtener vitamina D. Usted puede trabajar y jugar afuera sin aumentar su riesgo de presentar cáncer de piel al protegerse del sol, por eso es muy importante que tenga en cuenta toda la información presentada en este artículo.
La mayoría de los casos de cáncer de piel son provocados por la exposición excesiva a los rayos ultravioleta (UV). Los rayos UV son un tipo de radiación invisible que proviene del sol, las camas bronceadoras y las lámparas solares. Los rayos UV pueden causar daño a las células de la piel.
Es importante protegerse de los rayos UV todo el año, no solo durante el verano. Los rayos UV lo pueden afectar en días nublados y frescos, y se reflejan desde superficies como el agua, el cemento, la arena y la nieve. En la parte continental de los Estados Unidos, los rayos UV son más fuertes entre las 10 am y las 4 pm durante el horario de verano (9 am a 3 pm hora estándar).
El índice UV pronostica la intensidad de los rayos UV todos los días. Si el índice UV es de 3 o más en su área, protéjase la piel de una exposición excesiva al sol.
A continuación te mencionamos lo que debes tener en cuenta para poder proteger su piel ante los efectos del Sol:
Sombra
Usted puede reducir el riesgo de daño solar y cáncer de piel quedándose en la sombra debajo de una sombrilla, un árbol u otro tipo de protección. La mejor forma de protegerse la piel es mediante la aplicación de un filtro solar o el uso de ropa que lo proteja cuando esté al aire libre, incluso en la sombra.
Ropa
Cuando sea posible, use camisas de manga larga, y faldas y pantalones largos, los cuales pueden proveer protección contra los rayos UV. Si no es práctico ponerse este tipo de prendas, trate de ponerse una camiseta o una salida de baño. La ropa fabricada con una tela de tejido muy cerrado ofrece la mejor protección. Una camiseta mojada ofrece menos protección contra los rayos UV que una seca, y los colores oscuros pueden ofrecer más protección que los claros. Algunas prendas de vestir, certificadas bajo estándares internacionales, ofrecen protección contra los rayos UV.
Sombreros o gorras
Para obtener una mayor protección, póngase un sombrero de ala ancha que le cubra la cara, las orejas y la parte de atrás del cuello. Una tela de tejido muy cerrado, como lona, funciona mejor para protegerle la piel contra los rayos UV. Evite los sombreros de paja con orificios que dejan pasar la luz del sol. Un sombrero oscuro puede ofrecerle más protección contra los rayos UV. Si usa una gorra de béisbol, también debe protegerse las orejas y la nuca con prendas que cubran esas áreas, aplicándose un filtro solar o permaneciendo en la sombra.
Gafas de sol
Las gafas de sol protegen los ojos de los rayos UV y reducen el riesgo de cataratas. También protegen la piel delicada alrededor de los ojos de la exposición al sol. Las gafas de sol que bloquean los rayos UVA y UVB ofrecen la mejor protección. La mayoría de las gafas de sol vendidas en los Estados Unidos, independientemente del precio, satisfacen este estándar. Las gafas de sol que protegen los lados de la cara son mejores porque impiden que los rayos UV entren por ahí.
Filtro solar
Antes de salir afuera, aplíquese un filtro solar de amplio espectro que bloquee tanto los rayos UVA como los UVB y tenga un FPS de 15 o más. No se olvide de aplicar una capa gruesa en todas las áreas expuestas de la piel. Pídale a alguien que lo ayude a aplicárselo en áreas difíciles de alcanzar como la espalda. Y recuerde, el filtro solar es más eficaz cuando se combina con otras opciones. No se recomienda usar filtro solar para los bebés de 6 meses de edad o menores. La Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) recomienda que se mantenga a los bebés fuera del sol durante el mediodía, y que se les ponga ropa de protección si tienen que estar al sol.
- FPS: A los filtros solares se les asigna un factor de protección solar (FPS), el cual es un número que indica qué tan bien bloquean los rayos UV. Mientras más alto sea el número, mayor será la protección. Se debe usar un filtro solar de amplio espectro con un FPS de 15 o más.
- Reaplicación: La eficacia del filtro solar dura cierto tiempo. Vuelva a aplicárselo si permanece en el sol por más de 2 horas, y después de nadar, sudar o secarse con una toalla.
- Fecha de vencimiento: Verifique la fecha de vencimiento del filtro solar. Los filtros solares que no indiquen una fecha de vencimiento tienen una duración máxima de tres años. La duración es menor si el filtro ha sido expuesto a temperaturas altas.
¿Qué es el cáncer de piel?
La piel es el órgano más grande del cuerpo. La piel tiene varias capas, pero las dos principales son la epidermis (capa superior o externa) y la dermis (capa inferior o interna). El cáncer de piel comienza en la epidermis, que está compuesta de tres tipos de células.
- Células escamosas: Células delgadas y planas que forman la capa superior de la epidermis.
- Células basales: Células redondeadas que están debajo de las células escamosas.
- Melanocitos: Células que producen melanina y que se encuentran en la parte inferior de la epidermis. La melanina es el pigmento que le da color a la piel. Cuando se expone la piel al sol, los melanocitos producen más pigmento y hacen que la piel se oscurezca.
Los carcinomas de células basales y de células escamosas son dos de los tipos más comunes de cáncer de piel. Comienzan, respectivamente, en las capas basales y escamosas de la piel. Por lo general, ambos se pueden curar, pero pueden desfigurar y ser muy costosos de tratar.
El melanoma, el tercer tipo de cáncer de piel más común, comienza en los melanocitos. De todos los tipos de cáncer de piel, el melanoma causa la mayoría de las muertes, debido a su tendencia a propagarse a otras partes del cuerpo, incluidos los órganos vitales.
La mayoría de los casos de cáncer de piel son provocados por la exposición excesiva a los rayos ultravioleta (UV) del sol, las camas bronceadoras o las lámparas solares. Los rayos UV pueden causar daño a las células de la piel. A corto plazo, este daño puede provocar una quemadura solar. Con el tiempo, el daño de los rayos UV se acumula, causando cambios en la textura de la piel, envejecimiento prematuro de la piel y, a veces, cáncer de piel. Los rayos UV también se han vinculado a afecciones de los ojos, como cataratas. •
Fuente: Centro para el Control y Prevención de Enfermedades
cancer.gov