A lo largo de los años, una serie de publicaciones han cubierto la controvertida tendencia de las cirugías plásticas inspiradas en filtros de fotos en las redes sociales y esa tendencia, a menudo denominada “Dismorfia Corporal”, sigue creciendo a pesar de las preocupaciones, dicen los expertos.
El fenómeno de las redes sociales ha provocado cambios indiscutibles en el paradigma mediático y en el marketing de marca y producto. Parte de esta revolución viene incentivada por la figura del influencer, personas con la capacidad de posicionar un mensaje en la mente de un público e influir en los valores, ideales y percepciones de sus seguidores.
La legitimidad de los influencers se pone en duda cuando entran en juego los ya “normalizados” filtros de redes sociales como Instagram o Snapchat.
Fantasía engañosa de la realidad
El uso de estos filtros no solo funciona como publicidad engañosa, sino alientan la dismorfia corporal –distorsión de la propia imagen– de un público fundamentalmente joven (de entre 15 y 30 años) y femenino.
En una era en la que escogemos qué mostrar de nuestra propia realidad, los defectos no tienen cabida en los perfiles personales. Comenzando por esconderlos y acabando en la obsesión, la dismorfia corporal es un trastorno mental en el que no se puede dejar de pensar en uno o más defectos (reales o no) y que pasan desapercibidos por los demás.
Estudios recientes establecen que los filtros incentivan estos desajustes y otros, como los trastornos de la conducta alimentaria (TCA), sean cada vez mayores en una sociedad dominada por los ideales de perfección y belleza distorsionada por patrones estéticos de moda.
Aplicaciones como Snapchat, Facetune e Instagram permiten alterar digitalmente los atributos de sus rostros con filtros como Top Model y Holy Natural. Desde filtros que te hacen llorar creando una sensación de “romantización” de la tristeza; filtros predeterminados que pueden cambiar de forma automática y sencilla los atributos faciales, como hacer que los labios parezcan más gruesos o los que te hacen efecto de “boca de piñón”, los que te agrandan los ojos o adelgazan una nariz ancha.
Las diferentes redes ponen a disposición de los usuarios un sinfín de posibilidades con las que conseguir una fisionomía retocada, con facciones aniñadas y delicadas, siempre acordes a los cánones dominantes. Su uso en selfies y stories para depurar las supuestas imperfecciones del rostro lleva incluso a la manía de los usuarios hasta el punto de recurrir al bisturí para conseguir parecerse lo máximo posible a la mejor versión de su propio autorretrato.
Aplicaciones sociales como Instagram o Snapchat ponen a disposición un sinfín de posibilidades con las que conseguir una fisionomía retocada acorde a los cánones dominantes.
Cirugía en tiempos de selfie
Investigaciones publicadas en The American Journal of Cosmetic Surgery demuestran un aumento de cirugías estéticas faciales debido a una baja autoestima. De hecho, según la Sociedad Estadounidense de Cirugía Plástica Estética son más los pacientes que llegan a las clínicas con sus propias fotos alteradas con estos filtros. Se estima que 1 de cada 10 pacientes va a una consulta estimulado por sus propias imágenes modificadas a través de alguna red social y el consiguiente aplauso de sus seguidores; y, por otro, que las peticiones son cada vez más imposibles, llevando a la insatisfacción y en muchos casos, a la depresión e incluso estrés postraumático.
A pesar de esto, la dismorfia corporal no es solo fruto de una sociedad digitalizada. El uso y consecuencias de los filtros es una cuestión que va más allá de la responsabilidad individual y que también puede depender de las predisposiciones genéticas (por ejemplo, personas que sufren ya un trastorno de autoimagen, tienen más probabilidades de ser víctimas de la despersonalización que causan estos filtros).
La finalidad de la cirugía plástica-estética no es solo embellecer, sino proporcionar una autoimagen más adecuada y positiva, ofreciendo mayor calidad de vida. Por eso es clave acudir a cirujanos cualificados que priorizenla salud del paciente.
Por Dra. Nuria Escoda. Médicao estética
Para más información sobre distintos tratamientos de cirugía plástica, visite agelessindenver.com o contacte al personal del Dr. Kim llamando a Colorado Aesthetic & Plastic Surgery al (303) 741-3131 para obtener una consulta gratuita. Podemos ayudarle en español.